En la invitación decía: “Es una fiesta”
por Laura Montesinos.
Una
reunión de antiguos ex compañeros de clase le sirve de premisa a la sueca Anna
Odell para dar rienda suelta a su particular venganza personal contra un
terrible pasado de acoso escolar con sobrados tintes autobiográficos. De esta
guisa comienza la cinta.
Pongámonos ahora en antecedentes. Anna Odell es más conocida en Suecia por ser
una polémica artista cuyo proyecto de fin de carrera, allá por el año 2009,
consistió en fingir un estado psicótico en plena calle para que la ingresaran
en un hospital psiquiátrico, donde la ataron a la cama y la sedaron con
psicofármacos. La finalidad de la performance, según cuenta ella misma,
consistía en debatir cuánto se pueden forzar los límites de lo ético en nombre
del arte. Conseguida o no la finalidad, trascendencia pública tuvo el numerito
en Suecia.
The Reunion (Suecia, 2013) su debut cinematográfico y que ella misma escribe, dirige y
protagoniza, sigue plagado de polémica. Dividida erróneamente en dos mitades (os invito a adivinar por qué), el trabajo de la sueca explora la idiosincrasia del
comportamiento humano y la forma en que determinados actos cristalizan en
dinámicas de poder destructivas.
Una obra de diabólico trasfondo social
con personajes bien perfilados en sus roles de manipuladores y manipulados, que
ahonda sobre hechos que suceden a diario y que la mayoría preferimos obviar, o
al menos no hablar de ello, porque nos desagradan demasiado. Un retrato afilado sobre la hipocresía social y los traumas que se ocultan bajo la superficie de la piel, que logra violentar al espectador y revolver su conciencia a golpe de discurso.
Es de destacar la impresionante
escena inicial en la que Anna saca a relucir mediante una estudiada e incisiva
parrafada que dejaría sin aliento al propio Haneke, todos los trapos sucios de
su etapa escolar ante la perplejidad de los asistentes a la fiesta, repartiendo
a diestro y siniestro puñaladas de realidad de la manera más cívica y
aterradora posible, y provocando una especie de amnesia colectiva en la que
ninguno quiere aceptar ni recordar lo que hizo. Un derechazo tras otro de crueldad marca Solondz (Welcome to the Dollhouse, Happiness, Storytelling) con olor a chamusquina, filmado con pulso firme y que necesariamente evoca el Festen de Vinterberg, aunque en clave amateur.
La cinta funciona como una imparable máquina engrasada los
primeros cuarenta minutos pese a la artificiosidad de algunos diálogos. Después, coincidiendo con la segunda mitad, pierde toda esencia.
Suecia. 2013. T.O.: Återträffen. Director: Anna Odell. Guión: Anna Odell. Música: Laurie Anderson. Fotografía: Ragna Jorming. Productora: French Quarter Film. Reparto: Anna Odell, Sandra Andreis, Kamila Benhamza, Anders Berg, Erik Ehn, Niklas Engdahl, Per Fenger-Krog, Robert Fransson, Sara Karlsdotter, Henrik Norlén, Cilla Thorell, Malin Vulcano. Duración: 88 minutos. Drama. Acoso escolar. Cine dentro del cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario