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lunes, 31 de agosto de 2015

Blind



El encierro

por Alba Varón


“Comenzaré por algo simple, algo que han visto en innumerables ocasiones”. Al igual que las palabras pronunciadas al principio de la película por la protagonista (una enigmática Ellen Dorrit Pettersen), el director de Blind (2014), Eskil Vogt (guionista de la laureada Oslo, 31 de Agosto y Reprise), comienza acercándose a la historia de Ingrid de manera dispersa y elegante. Las sensaciones que nos propone experimentar nos atrapan desde el principio. El tacto de lo natural y lo puro, imágenes de hojas de roble se entremezclan con la textura de la voz pausada y reflexiva de Ingrid. Nos ha invitado a adentrarnos en su intenso viaje emocional desde que se quedó completamente ciega. Como ella, también tocamos las grietas de la corteza del roble que tocó por última vez. Rápidamente las imágenes se concentran en varios planos, recuerdos e ilusiones de su mente, que van acompañándonos hasta recluirnos en su nuevo apartamento. Hemos llegado sanos y salvos gracias a ella. Su lección ha sido aprendida. Hay que usar los recuerdos y tener cuidado de no tropezar. 

Después del monólogo del comienzo, el tono íntimo e individualista invade por completo la pantalla. La supuesta infidelidad de su marido le corroe tanto como le atemoriza. Para Ingrid, la calle es un lugar inseguro, lleno de peligros. Su lugar es el interior de la casa, allí está tranquila y solo tiene una sola conexión al exterior, la ventana que abre y cierra a menudo. Ella crea y cada cada creación también está recluida en un apartamento vacío, personas que deambulan sin aficiones ni alegrías. Las sensaciones de soledad y desasosiego causadas gracias al lenguaje visual (esos tonos pastel que nos recuerdan tanto a la estética Sudance) nos enmudecen y  aíslan casi tanto como a los solitarios personajes que van apareciendo en la película. Ella da rienda suelta a su imaginación y describe personajes nuevos que aparecen y desaparecen a su antojo, estos "juguetes" de Ingrid, seres solitarios de existencia vacía, encarnan sus miedos y temores. Es cierto que en algún tramo de la película el espectador puede sentirse confundido por los continuos cambios de espacios que acompañan a los personajes, pero esto no dinamita el seguimiento de la historia. Eskil Vogt juega con el espectador al igual que Ingrid se divierte creando y destruyendo una y otra vez sus propias tramas.

Pero la melancolía se dulcifica con la sensualidad, uno de los pilares más importantes que sustenta el film, el cuerpo desnudo de Ingrid pegado a la ventana de su apartamento simboliza la desaparición de su miedo a ser vista, ya no puede reconocer el ojo que le mira. Se libera su cuerpo mientras que se encierra su mirada. Lo percibimos todo como ella lo percibe y lo exageramos todo como ella lo exagera. Los moratones en las piernas y en la cara se intensifican en su imaginación y desaparecen en la realidad. 
Ingrid es todo un ejemplo de adaptación paulatina a una nueva circunstancia vital, la ceguera y toda una muestra de talento por parte de un nuevo director que habrá que seguir a partir de ahora.

Noruega. 2014. T.O.: Blind. Director: Pete Eskil Vogt. Guión: Eskil Vogt. Fotografía: Thimios Bakatakis. Producción: Lemming Film. Motlys. . Reparto: Ellen Dorrit Petersen, Vera Vitali, Henrik Rafaelsen, Jacob Young  Duración: 95 minutos. Drama

miércoles, 12 de agosto de 2015

Cuestión de actitud (XENIA)




La soledad de los números griegos

                                                        Por Alba Varón



La situación griega nos preocupa, la situación griega nos ha preocupado, la situación griega nos preocupará. Pero claro, ahora parece que los medios ya se han olvidado de la debacle y todo lo pasado es un artificio insulso de normalidad. Se ve que nos encanta que nos mientan. A todas horas si es posible. De ahí que sea tan curioso que este verano se haya estrenado (aunque sea del 2014, sí, así van siempre de atrasadas las carteleras españolas ¡y dando gracias!) y haya pasado tan desapercibida (como siempre sucede con las cosas buenas) Cuestión de actitud o, mejor dicho, Xenia, la película del griego Panos H. Koutras. Película que tiene esa cuca misión de darnos una ligera hostia para que despertemos de nuevo al mundo real, no a esa realidad llevadera que nos deja el telediario. En Xenia se nos muestra una Grecia cruel, pintada como un mundo apocalíptico cuando cae la noche y una ciudad de almas desoladas por el día.

Una trama que no es original: dos hermanos, Odysseas (Kostas Nikouli), de 16, y Dany (Nikos Gelia), de 18, buscan desde Atenas a Tesalónica al padre que les abandonó cuando eran pequeños (desde aquí envío mi inmenso odio y mis peores pesadillas a este tipo de “padres”), pero con numerosos matices originales y devastadores como son el preocupante aumento de la homofobia en Europa, especialmente en Grecia, el odio hacia todo lo que venga de fuera, los concursos de cazatalentos, la búsqueda de fama como vía de escape y esas cuestionables leyes que prohíben el reconocimiento de la nacionalidad griega a los hijos de extranjeros nacidos allí, negándoles la residencia y obligándoles a marcharse.

Los dos actores principales están excelentes, completamente creíbles, parece mentira que sea su primera experiencia frente a las cámaras, sus intentos para aumentar el drama se vuelven contundentes logros en una película que quizá peca de ser demasiado larga. La determinación de Ody (Odysseas) y su fuerza de voluntad a la hora de encontrar a su padre es admirable. Quizá haya escenas que sobren, como ciertos conejos enormes de peluche (de los que prefiero no saber su simbolismo para evitarme futuras taras psicológicas) o escenas dramáticas que se alargan demasiado. Pese a ello, la película carga sus armas con los rayitos de esperanza que todavía conservan muchos griegos (y europeos) para seguir adelante. 

La atmósfera de sus imágenes realza la crudeza del mundo desolado que viven día a día sus protagonistas: trabajos precarios, traumas a causa de los sucesivos abandonos en su niñez, incomprensión de la gente que ha vivido con ellos en su propio país y el miedo constante a la expulsión.  Si quieres una película realista es aconsejable, si quieres una película onírica y surrealista también. Xenia es de esas películas que extrañamente abarcan todo sin pecar de excesivas o codiciosas. Simplemente es extraña, curiosa y muy complicada en su fondo. Un cubito de agua fría para que despertemos de la siesta.

   Grecia. 2014. T.O: Xenia . Director: Panos H. Koustras . Guión: Panagiotis Evangelinis y Panos H Koustas. Música: Delaney Blue. Fotografía: Helene Louvart. Productora: 100% Syntetic Films. Reparto: Kostas Nikouli, Nikos Gelia,  Duración: 134 min. Género: Drama. Familia. Crisis Griega

lunes, 20 de julio de 2015

Con faldas y a lo loco





La Comedia

por Alba Varón y Miguel Ángel Gomis


Cuando nos referimos a la película Con faldas y a lo loco (1959) hablamos de la COMEDIA en mayúsculas. Bajo la dirección del reconocidísimo y alabado Billy Wilder, con la interpretación de la musa americana por excelencia del s.XX, Marilyn Monroe y el dúo cómico formado por Jack Lemmon y Tony Curtis, tenemos ante nosotros una mítica joya del humor. Para quien no lo sepa y le haya gustado esta película, Billy Wilder es el responsable de obras tan reconocidas en el mundo del cine como Sabrina (1954), El crepúsculo de los dioses (1950), El gran carnaval (1951) o Testigo de cargo (1957) entre muchas otras más.

Con faldas y a lo loco está plagada de sabrosos contrastes: por un lado el frío de Chicago de los años 20, infestado por la mafia que intentaba cubrir los vicios prohibidos bajo la ley seca que asolaba la legislación en tiempos de modernidad acelerada, por otro lado el calor sofocante de Florida, paraíso a los prófugos de las grandes y endeudadas urbes del interior. Prófugos como Joe y Jerry, obligados a huir tras presenciar una vendetta mafiosa y bajo la identidad travestida de dos músicas de una banda femenina donde conocen a la inocente y simple Sugar, una Marilyn Monroe que tuvo que agradecer a todos los dioses y diosas del universo este papel pues se convirtió en la insignia de su fugaz carrera.

Pero parece ser que la personalidad simplona de Sugar no se quedaba solo en la gran pantalla, pues Billy Wilder tuvo que aguantar carros y carretas en el rodaje a causa de las venidas de la voluptuosa Marilyn, que lo llevaba por la calle de la amargura. Parece ser que a la musa rubia se le olvidaba continuamente el papel. En frases tan cortas como sencillas "Soy yo Sugar" necesitaba la ayuda de pizarras que le ayudaran durante la actuación. Curiosidades que quedarán en la memoria de los allí presentes, como cuando Marilyn, por mucho que repitieran una escena, no se aprendía el nombre de la botella de "Wisky Bourbon" e insistía en que se llamaba "Wisky Bombón". Wilder, para acabar ese absurdo continuo, propuso poner una chuleta con el nombre dentro de un cajón de la habitación donde se rodaba esta escena, pero lo que no se esperaba es que se le olvidaba por completo en que cajón se encontraba. La pesadilla se solucionó forrando todos los cajones con apuntes para que abriera el que abriera pudiera decir con claridad el nombre de la dichosa marca de Wisky.

Wilder tuvo que convencer a Marilyn en que la película debía ser en blanco y negro para suavizar las caras maquilladas de sus compañeros Lemmon y Curtis, yendo en contra de la cláusula de cine a color que la actriz impuso en todos sus contratos (menos en este gracias a las peripecias del director). Pero aun así, el austriaco acudiría de nuevo a la actriz para rodar otra obra de sus obras más reconocidas y populares como es La tentación vive arriba (1955)

Para la elaboración del guión de Con faldas y a lo loco, Billy Wilder y su preciada colaboración con el guionista Izzy Diamons, escribieron un guión perfectamente  engrasado donde abrieron la diversidad y la transcontextualización de la comedia. Ya que que "Con faldas y a lo loco", "Some like it hot" en America del Norte o "Una Eva y dos Adanes" en la del Sur, mezcla la comedia, el asesinato y una idea innovadora y transgresora en esa época como es el travestismo para ofrecer al espectador dos horas de diversión y humor, con tintes trágicos y agridulces, para entablar una conversación muy íntima con nosotros consiguiendo que no únicamente riamos a carcajadas, sino que también lo hagamos de manera franca y profunda. 

Nos encontramos ante una obra referencia de la comedia, inspiradora para muchos artistas de la gran pantalla y de la pequeña, pero no es 100% original pues esta película es un remake de otra francesa producida un cuarto de siglo antes. Titulada  Fanfare d´Amour (1935) derivada esta a su vez de una historia de Robert Thoeren y Michael Logan. Pero que se trate de un remake no quita ni un ápice de genialidad al guión ni a las imágenes tan rocambolescas y divertidas de uno de los tríos de personajes más memorables de la historia del cine. Una película que forma parte de ese cine clásico que nadie debería perderse.


 Estados Unidos. 1959. Director: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder, I.A.L. Diamond (Historia: Robert Thoeren, Michael Logan). Fotografía: Charles Lang (B&W). Productora: United Artists / Ashton Productions / The Mirisch CorporationReparto: Marilyn MonroeJack LemmonTony CurtisGeorge RaftPat O'BrienNehemiah PersoffJoe E. BrownJoan ShawleeBilly GrayGeorge E. StoneMike Mazurki,Dave BarryHarry WilsonBeverly WillsEdward G. Robinson Jr.Barbara DrewDuración: 146 minutos. Comedia. Años 20. Mafia. Remake.

miércoles, 1 de julio de 2015

Viaje a Sils María




Miedo a las alturas
por Alba Varón

¿Qué es mejor entonces? ¿Tener años de experiencia o ser joven y estar continuamente expectante ante los sucesos que vienen? El otro día mantuve una breve conversación con otro miembro de este blog sobre si los veinte son mejores que los treinta. Qué tontería, pensarán algunos. Pues los veinte, pensarán otros.

Hay miles de maneras de afrontar el paso del tiempo. Cada uno lo lleva de la mejor manera que puede. Unos desean que pase rápido mientras otros ven que cada segundo que pasa es un trozo de vida que pierden. Entre toda esta maraña de reflexiones tan "veraniegas" tuve la suerte de toparme en cartelera con la película Viaje a Sils María del director Olivier Assayas. Sinceramente me llamó la atención poco más que el cartel y el elenco actoral (Juliette Binoche vs Kristen Stewart). ¿Qué harán estas dos mujeres juntas?

La película empieza en el interior de un tren que va camino a Zúrich. Entre los ruidos de ruedas y las sombras del paisaje nos encontramos a la actriz María Enders (Binoche) con su secretaria o asistente personal Valentine (Stewart). La muerte de Wilhelm Melchior (director que iban a homenajear tras el viaje) detendrá los acontecimientos de las dos mujeres y las sumergirá en una historia apasionante que se camuflará entre juegos de espejos distorsionados por la ficción y la realidad. Un joven y prometedor director teatral le propone a María representar la misma obra que le llevó al éxito, pero ya no con el papel de la joven Sigrid, sino con el de la madura Helena, mujer que termina locamente enamorada de Sigrid, suicidándose por el rechazo de esta.

El director francés decide jugar a entremezclar la cara y la cruz de una misma moneda para presentarnos a una señorial y exitosa actriz opuesta a la juventud exuberante y sensual de Jo-Ann Ellis (Chloë Grace Moretz) que realizará ahora el papel de Sigrid. Assayas conoce a Binoche desde hace más de veinte años y parece que ha estado diseñando el papel de María desde que la conoció. María, una actriz que se sorprende de cómo la difusión rápida de información en estos días de Internet y drogas ensalzan a su “predecesora en el puesto” .
Valentine ayudará a la actriz en sus ensayos, le acompañará al cine, al bar, a conocer a su futura compañera e incluso emprenderán viajes por las montañas para observar paisajes tan espectaculares y estremecedores como son los Alpes Suizos. Sin duda su duelo continuo es lo mejor del film. Durante más de la segunda mitad de la película su ayudante será el apoyo y espejo de María. Curiosa y bien manejada mezcla entre las frases del guión que estudian y lo que realmente se dicen. Continuos guiños y engaños. Valentine siempre llevará consigo el librito, por si acaso la requiere la jefa en cualquier momento. Puro teatro vivo que se pierde en los momentos en los que las dos actrices no están juntas. Sin ellas, el nivel y la intensidad de la película baja. Cuando están en escena la película está en la cima, pero sin ellas se desliza vertiginosamente hacia largas pausas. Y sí, tan curiosa relación traspasa las pantallas al mostrarnos cómo una actriz que llegó a Hollywood gracias a una saga de vampiros puede llegar competir con una curtida mujer que ha actuado en algunas de las películas de los directores más asombrosos de la cinematografía actual: Michael Haneke, Krzysztof Kieslowski, David Cronenberg (guiño guiño) o Bruno Dumont. Entonces...¿por qué demonios se le ocurre a Assayas la genial idea de que Kristen Stewart dé paso de ese modo tan tajante al tercer acto de la película y derrumbar mis expectativas de un final asombroso?
Dado que todos sabemos que la cartelera en verano no está para echar cohetes, Viaje a Sils María nos ofrece un momento de reflexión y un espléndido viaje hacia el autoconocimiento de las zonas más altas de nuestra personalidad.

Francia. 2014. T.O.: Viaje a Sils MaríaDirector: Olivier Assayas. Guión: Olivier Assayas.  Fotografía: Yorick Le Saux Productora: Coproduccion Francia-Alemania; CG Cinema; CAB Production/ Pallas Films/Vortex Sutra Reparto: Juliette Binoche, Kristen Stewart, Chlöe Grace Moretz, Johnny Flynn, Lars Eidinger, Hanns Zischler, Claire Tran, Angela Winkler, Alister Mazzotti, Steffen Mennekers, Duración: 124 minutos. Teatro. Drama