"Se pasa de madre"
Por Nadia Lillo
Tras
cinco años desde su última película, Habitación
en Roma, Julio Medem vuelve a la cartelera con un dramón lacrimógeno que no
me acaba de convencer. A diferencia de
los temas presentes en films anteriores, entre los que se encuentran Ardilla Roja, Los amantes del círculo polar y
Lucía y el sexo, entre otros, esta
vez se ha decantado por explorar el universo de la mujer madre hasta la muerte
y el amor por compasión. Una lástima que esta película, pese a destilar el buen
gusto y la delicadeza que le caracterizan y pese a reivindicar la belleza y la
fortaleza del sexo femenino (otro de sus rasgos distintivos), no esté a la
altura del resto de su filmografía.
En
efecto, desde el principio del largometraje se percibe el dramón que vamos a presenciar:
Medem le da mucha importancia a la cuestión del cáncer y a la gran función de
madre que ejerce la protagonista, Magda (Penélope Cruz), a la que no me la
llego a creer para nada, ya que es un continuo quiero y no puedo. Si hubiese
sido otra actriz os aseguro que me hubiese conmovido. Pero es que en muchos
momentos tiene más cara de demente que de enferma de cáncer, y que su personaje
tome decisiones ilógicas con tal de aumentar el drama no ayuda.
Por
otro lado, me hace gracia el papel que interpreta Luis Tosar, ya que, a pesar
de lo tópico-épico que resulta, el actor es capaz de desplegar una
interpretación excepcional, haciendo gala (una vez más) de su versatilidad: lo
mismo se mete en la piel de un preso o de un maltratador que encarna a un entrañable
padre protector.
Otro
personaje que no me acaba de encajar (y cuya actuación, en este caso, no le excusa)
es el del ginecólogo de Magda, Julio (Asier Etxeandia) hoy conocido por la
serie Velvet (2014) de Antena 3. Este
es un frustrado cantante que no sabe cantar, puede parecer gracioso en un
principio, pero acaba resultando ridículo. Por no hablar de la relación inverosímil
que mantiene con la protagonista, puesto que rara vez un médico puede llegar a
esos niveles de confianza con su paciente.
Para
terminar, Medem también ha querido incrustar el personaje de Natasha, una niña
angelical que fluctúa entre la fantasía y la realidad, ya que la presenta como
un espíritu pero en realidad sí que existe. Y aunque esto puede sonar muy
“Medem”, puesto que en otras de sus películas vemos personajes que se desdoblan
o personajes que mueren en condiciones muy extrañas, en este caso no encaja por
ningún lado.
En
fin, está claro que el propósito de Julio Medem con esta película ha sido hacer
un canto a la vida y un elogio a la maternidad y a la fortaleza de las mujeres,
pero la forma y los personajes echan a perder lo que
podría haber sido un gran film.
España. 2015. T.O.: ma ma. Director: Julio
Medem. Guión: Julio Medem. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: Kiko de la
Rica. Productora: Morena
Films. Reparto: Penélope Cruz, Luis Tosar, Asier
Etxeandia, Teo Planell, Silvia Abascal, Mónica Sagrera, Àlex Brendemühl, Ciro
Miró, Jon Kortajarena . Duración: 111
minutos. Drama. Enfermedad
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