viernes, 17 de julio de 2015

Los caballos de Dios

El camino a la Yihad

por Pablo J. García Sánchez


Los caballos de Dios (Les chevaux de Dieu, 2012) llegó a nuestra cartelera el pasado 3 de Julio, tres años después de su estreno en Cannes; pero al menos aquí está, cosa que no pasa con muchas otras de similar naturaleza y calidad. Esta cinta marroquí, dirigida y escrita por Nabil Ayouch y basada en el libro homónimo de Mahi Binebine, nos cuenta mediante un relato ficticio los atentados ocurridos el 16 de Mayo de 2003 en la ciudad marroquí de Casablanca. Utilizando a un joven protagonista, a su hermano y sus amigos, nos permite sumergirnos en los escollos de la vida en un poblado de chabolas de la citada ciudad y nos ofrece la oportunidad de observar el camino radical a la yihad que muchos, especialmente jóvenes, han sufrido, sufren y sufrirán.

Los caballos de Dios tiene un tono sobrio, sin ornamentos vacíos, en el que se respira empatía y se escucha cariño. Mediante planos aéreos se retrata la pobreza de un lugar que sería inhóspito para muchos, pero a su vez la casa de otros tantos. Mediante el diálogo se explican los sentimientos de los personajes, así como los instrumentos que utilizan este tipo de grupos y y sus consecuencias emocionales para nuestros protagonistas, que no con mucho esfuerzo pueden extrapolarse a gente real.

La historia se sitúa más bien en la oleada yihadista de Osama Bin Laden, regalándonos incluso una escena con la poco mostrada visión del Atentado a las Torres Gemelas desde la óptica del ciudadano marroquí, pero nos llega con mucha actualidad dada la nueva oleada yihadista del presente: el Estado Islámico. Por esa razón, la visión de esta cinta es incluso obligada.
Hay mucha incomprensión y mucho odio con lo que está pasando. Se dicen muchas cosas que nacen desde la ignorancia y el miedo, y lo único que eso provoca es fomentar el antagonismo entre estas culturas. Los caballos de Dios da la oportunidad de vivir una historia así, poder comprenderla e incluso perdonarla.

Este tipo de fenónemos grupales, los entes colectivos, se han dado durante toda nuestra historia, oprimiendo la personalidad individual de la gente y esclavizándola a la de un ente o sujeto incorpóreo. La mayoría de religiones, las sectas, el nacionalismo o el nazismo son ejemplos muy visibles. Gracias a Los caballos de Dios podemos presenciar los mecanismos de este tipo de grupos para subyugar personalidades y utilizarlas en beneficio de otros. Mecanismos que al final suelen ser los mismos: la cálida y afectiva camaradería, la autoprotección grupal, la presunción dogmática de la verdad del grupo como absoluta, el tipo de seguidores óptimos (jóvenes o personas con personalidad fragmentada, dos cosas que suelen darse en la misma persona con mucha frecuencia). Nada está dispuesto al azar, todo es real en Los caballos de Dios. Lleva pasando miles de años. Está pasando ahora mismo, cuando yo escribo mi crítica, y también cuando tú la lees.

Por eso hay que verla dispuesto a ser humilde, a comprender que puede que a nosotros nos hubiera pasado lo mismo en esas circunstancias, a aprehender que todos somos iguales, que todos tenemos miedo a las mismas cosas, que todos anhelamos las mismas ideas, que no se puede generalizar por el color de la piel, que las madres son madres en todos lados, que todos queremos proteger lo nuestro. Quizás podamos comprender que la primera víctima de alguien que se inmola, es ella misma; que el enemigo nunca ha estado en los ejecutores, sino en los de arriba.

Una película elemental para sumergirnos en uno más de este tipo de fenómenos colectivos. Algunos no la entenderán, otros no la verán desde fuera, como si fuese un cuento de hadas y gnomos. No obstante, Los caballos de Dios, por suerte, es una llamada a la comprensión que siempre tendremos la oportunidad de disfrutar.



 Marruecos. 2012. Director: Nabil AyouchGuión: Nabil AyouchFotografía: Hichame AlaouieProductora: Les films du nouveau monde Reparto: Abdelhakim Rachid, Abdelilah Rachid, Hamza Souidek, Ahmed El Idrissi El ArmaniDuración: 113 minutos. Drama. Terrorismo.

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